He tomado prestada esta imagen del blog de D. Cógito, siempre tan pendiente de las abominaciones del despotismo castrista, pero también de los pocos que se atreven a plantar cara. Gracias.
Como les pasa a los que encarcelan, yo también me veo obligado por mis propias inclinaciones y preferencias a no estar a favor de la libertad de todos los "presos políticos" (aunque tampoco estaría "en contra") aunque sí me sumaría a una lucha en contra de los "privados de la libertad de expresión" sean cuales sean sus expresiones (esto cubre la tercera libertad). También me sumo al libre tránsito geográfico y, añado, a los llamados secretos de Estado, si esto fuera posible de instaurar (no lo creo, ni siquiera las anteriores libertades, pero, en fin...) Un saludo.
Gracias por el comentario, Carlos, aunque he de reconocer que no he entendido bien tu oposición a la libertad de todos los presos políticos...¿Qué tipo de discriminación estableces? Un saludo
Hola, perdón por la tradanza pero se me pasó volver para contestar. No me inclino por ninguna discriminación ni propongo ninguna restricción a la libertad de nadie ni menos ser yo el ejecutor o legislador en caso alguno... Y además sí que me sumo y salgo a la palestra para cada denuncia contra la reducción de la libertad de expresión en su forma más extrema, la prisión, o en su forma velada, la marginación, etc.
No he sabido decirlo y me disculpo: lo que quería era señalar mi convicción de que no es posible pedirla sin triunfar sobre los carceleros, y esto implicaría necesariamente restringir su libertad e incluso su vida: no hay término medio.
Y, en todo caso, en el favor que inevitablemente se hace a unos contra otros para que las cosas simplemente se inviertan.
Perdón de nuevo, pero creo que la identidad al respecto de mi blog no contiene ambigüedades al respecto. Y si así fuera, me encantaría que se me hiciera ver en nombre de la consecuencia que intento mantener.
Gracias (y supongo que por ese malentendido he sido eliminado del blogroll de vuestro sitio, lo que considero muy lógico desde la mera sospecha).
Hola, Carlos: Por lo que a mí respecta, no sé por qué has sido eliminado del "blogroll", pero creo poder asegurarte que no es por disentir de tus posiciones. Seguramente se deba más a un error proveniente de la restructuración que hace poco tuvimos que realizar y llevó a cabo con mucha solvencia el feacio Eduardo Abril. Diré a Eduardo que vualva a incluirte, porque no creo que sea nuestra intención el establecer índices inquisitoriales de libros prohibidos. En cuanto a tu comentario: es cierto que el establecimiento de la libertad exige de fuerza y convicción capaces de contrarrestar los intentos continuados de los empeñados en fiscalizar y dominar la vida de los otros. El problema que enfrenta toda constitución que establezca la libertad como primer principio político es ése precisamente: la fundación de una libertad dotada de fuerza efectiva para instaurar y mantener un espacio público libre que no pueda ser confiscado o privatizado por los temerosos de la libertad o los deseosos de poner en su lugar el dominio. En este sentido, creo que la constatación de fracaso en el caso de la constitución española es notable, y es que ha sido incapaz de permitir la apertura de una libertad positiva, limitándose a resguardar, y en demasiadas ocasiones muy deficientemente, algunas garantías jurídicas (es decir, contenciones protectoras de una libertad sólo negativa). El estado protector sigue pendiendo sobre nosotros. Y no nos deja apenas respirar.
Gracias por la respuesta que es muy coherente, pero mi "síndrome" provino de que últimamente he observado conductas un tanto extrañas más propias de una cierta militancia, o sea de una cierta jerarquización del propio "objetivo" aglutinador... Y me alegro de que no sea el caso. Lo del blogroll en sí mismo no tiene mayor importancia si no hay detrás esa orientación nefasta.
Bueno, ya en materia: en primer lugar no sé si incluso esta vez he conseguido detallar mi compleja postura, pero ya lo haré mejor uno de estos días, mejorando viejos posts sobre el tema y con algo más de "teoría" y no sólo "denuncia política", eso que de todos modos creo que debo hacer y no dejaré de hacer.
En segundo lugar, me interesa insistir para la discusión, nos lleve o no a la "parálisis" a la que se refería Nietzsche como producto de la "toma de conciencia", en que el proceso de avance del "estado protector" tiene toda las evidencias de ser imparable, y sobretodo, imparable por la acción de la denuncia intelectual, de la llamada intelectual a la reflexión, de la educación, de la propaganda, e incluso y particularmente de la acción de masas, tanto la más contraproducente a mi criterio como es la "dirigida" por una "vanguardia iluminada" como la espontánea que acaba bajo la misma dirección una vez que se hace "necesaria" y sabe reaccionar "a tiempo".
Por el momento, poco más, sirva esto para lo que sirva...
He tomado prestada esta imagen del blog de D. Cógito, siempre tan pendiente de las abominaciones del despotismo castrista, pero también de los pocos que se atreven a plantar cara. Gracias.
ResponderEliminarComo les pasa a los que encarcelan, yo también me veo obligado por mis propias inclinaciones y preferencias a no estar a favor de la libertad de todos los "presos políticos" (aunque tampoco estaría "en contra") aunque sí me sumaría a una lucha en contra de los "privados de la libertad de expresión" sean cuales sean sus expresiones (esto cubre la tercera libertad). También me sumo al libre tránsito geográfico y, añado, a los llamados secretos de Estado, si esto fuera posible de instaurar (no lo creo, ni siquiera las anteriores libertades, pero, en fin...)
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias por el comentario, Carlos, aunque he de reconocer que no he entendido bien tu oposición a la libertad de todos los presos políticos...¿Qué tipo de discriminación estableces?
ResponderEliminarUn saludo
Hola, perdón por la tradanza pero se me pasó volver para contestar. No me inclino por ninguna discriminación ni propongo ninguna restricción a la libertad de nadie ni menos ser yo el ejecutor o legislador en caso alguno... Y además sí que me sumo y salgo a la palestra para cada denuncia contra la reducción de la libertad de expresión en su forma más extrema, la prisión, o en su forma velada, la marginación, etc.
ResponderEliminarNo he sabido decirlo y me disculpo: lo que quería era señalar mi convicción de que no es posible pedirla sin triunfar sobre los carceleros, y esto implicaría necesariamente restringir su libertad e incluso su vida: no hay término medio.
Y, en todo caso, en el favor que inevitablemente se hace a unos contra otros para que las cosas simplemente se inviertan.
Perdón de nuevo, pero creo que la identidad al respecto de mi blog no contiene ambigüedades al respecto. Y si así fuera, me encantaría que se me hiciera ver en nombre de la consecuencia que intento mantener.
Gracias (y supongo que por ese malentendido he sido eliminado del blogroll de vuestro sitio, lo que considero muy lógico desde la mera sospecha).
Hola, Carlos:
ResponderEliminarPor lo que a mí respecta, no sé por qué has sido eliminado del "blogroll", pero creo poder asegurarte que no es por disentir de tus posiciones. Seguramente se deba más a un error proveniente de la restructuración que hace poco tuvimos que realizar y llevó a cabo con mucha solvencia el feacio Eduardo Abril.
Diré a Eduardo que vualva a incluirte, porque no creo que sea nuestra intención el establecer índices inquisitoriales de libros prohibidos.
En cuanto a tu comentario: es cierto que el establecimiento de la libertad exige de fuerza y convicción capaces de contrarrestar los intentos continuados de los empeñados en fiscalizar y dominar la vida de los otros. El problema que enfrenta toda constitución que establezca la libertad como primer principio político es ése precisamente: la fundación de una libertad dotada de fuerza efectiva para instaurar y mantener un espacio público libre que no pueda ser confiscado o privatizado por los temerosos de la libertad o los deseosos de poner en su lugar el dominio. En este sentido, creo que la constatación de fracaso en el caso de la constitución española es notable, y es que ha sido incapaz de permitir la apertura de una libertad positiva, limitándose a resguardar, y en demasiadas ocasiones muy deficientemente, algunas garantías jurídicas (es decir, contenciones protectoras de una libertad sólo negativa).
El estado protector sigue pendiendo sobre nosotros. Y no nos deja apenas respirar.
Gracias por la respuesta que es muy coherente, pero mi "síndrome" provino de que últimamente he observado conductas un tanto extrañas más propias de una cierta militancia, o sea de una cierta jerarquización del propio "objetivo" aglutinador... Y me alegro de que no sea el caso. Lo del blogroll en sí mismo no tiene mayor importancia si no hay detrás esa orientación nefasta.
ResponderEliminarBueno, ya en materia: en primer lugar no sé si incluso esta vez he conseguido detallar mi compleja postura, pero ya lo haré mejor uno de estos días, mejorando viejos posts sobre el tema y con algo más de "teoría" y no sólo "denuncia política", eso que de todos modos creo que debo hacer y no dejaré de hacer.
En segundo lugar, me interesa insistir para la discusión, nos lleve o no a la "parálisis" a la que se refería Nietzsche como producto de la "toma de conciencia", en que el proceso de avance del "estado protector" tiene toda las evidencias de ser imparable, y sobretodo, imparable por la acción de la denuncia intelectual, de la llamada intelectual a la reflexión, de la educación, de la propaganda, e incluso y particularmente de la acción de masas, tanto la más contraproducente a mi criterio como es la "dirigida" por una "vanguardia iluminada" como la espontánea que acaba bajo la misma dirección una vez que se hace "necesaria" y sabe reaccionar "a tiempo".
Por el momento, poco más, sirva esto para lo que sirva...
Un saludo afectuoso.