Pero, en realidad, un diccionario constituye una de las formas más poderosas de apresar y sintetizar el universo de lo real, de jugar el juego del ser. Alinear un conjunto de palabras de acuerdo con la necesidad de un orden, pero abandonando cada una de ellas al albur del acaso y la contingencia, de modo que, en su sucesión, la previsibilidad de lo por venir en el orden alfabético se acompañe del absurdo en el sucederse de los significados.
En el orden y la arbitrariedad de los diccionarios se da de manera inmediata e irrevocable la marca ontológica de todo lo que acontece, como si esa mezcla de necesidad y contingencia, de orden y desorden, fuera el juego mismo que la vida, el mundo, la realidad juegan.
A
ABSOLUTO: “Solamente
lo absoluto es verdadero o solamente lo verdadero es absoluto”. Hegel, Ph.G.,
Introducción.
B
BORRAR:
C
CAPITALISMO: El capitalismo se determina en torno a la idea de la infinitud,
tanto en la producción como en la acumulación y el consumo. En este sentido, el
par trabajo-consumo han de alternarse necesaria e ilimitadamente, sin pausa
entre uno y otro; el tiempo de “descanso” del trabajo, en tanto no-trabajo, se
define en relación con la actividad de trabajar y, por lo tanto, aparece como
un trabajo realizado fuera de las condiciones del trabajo (salario, normas
horarias, etc.) y libre de sus limitaciones. El verdadero, el específico trabajo humano en el capitalismo es consumir,
lo que se detecta en el hecho de que, así como las máquinas sí pueden sustituir
al hombre en la pura actividad laboral, no ocurre así con la de consumo.
Consumir es trabajar, estimular de una manera determinante la maquinaria
productiva que no ha de aquietarse. Por ello, sólo un sistema basado en el deseo y el goce
continuados constituye la perfecta maquinaria capitalista, y no uno articulado
en torno a la represión, los deberes, la disciplina o cualquiera de las formas tradicionales
de medida establecidas en la costumbre o la moralidad. La emancipación completa
con respecto a las obligaciones morales heterónomas es la condición que perfecciona el continuum
capitalista: el imperativo categórico tiene que formular la prescripción de
la forma, el puro goce, dejando autonomía plena para la elección de los contenidos. El sujeto perfectamente autónomo es la criatura idónea para habitar el reino del capital.
D
DESCARTES: “Descartes
agudizó el estrechamiento de la pregunta por el mundo a la pregunta por la
cosidad natural considerada como el ente primeramente accesible dentro del
mundo”. Heidegger, M., Ser y tiempo, §21. En
Hegel, de forma correspondiente, se descubre también el significado de esa
pregunta peculiar por el mundo que estrecha el horizonte de toda realidad al terreno de la
“cosidad natural”. Si, con Descartes, hacemos del espíritu algo que es,
la verdad, entonces, se situará en el nivel de lo alcanzado por la razón observadora,
aunque su formulación expresa se disimule a sí misma la radicalidad de su
posición. El punto de partida puesto en marcha en Descartes sólo es aclarado
íntegramente en cosas como la frenología: si yo soy una cosa que piensa, lo que
puedo realmente alcanzar a expresar, entonces, es que el espíritu es un hueso,
algo que está ahí, fijo y duro: “Pues cuando se dice que el espíritu es,
que tiene un ser, que es una cosa, una realidad particular,
con ello no se está queriendo decir que se lo pueda ver, que se pueda coger con
la mano, o se pueda empujar, etc., pero aunque no se esté queriendo decir eso,
lo que se está diciendo es precisamente eso, y (…) queda por tanto bien
expresado con eso de que el ser del espíritu es un hueso”. Hegel, Ph.G.
V. A. La razón observadora. c. Fisiognómica y frenología.
E
ECONOMÍA: Afirma
Jünger que la hegemonía de los principios económicos racionales conduce al
“canibalismo inteligente”. (Diarios de la Segunda Guerra Mundial).
F
FE: “El hijo predilecto de
la fe es el milagro”. Goethe, Fausto, I.
G
GERONTOCRACIA: Cuando, el mes pasado, cumplí los cuarentaycinco años, advertí que hay ideas que ya no me parecen tan descabelladas.
H
HASTÍO: “El hastío no proviene de la posesión
continuada, sino del fugaz goce de miles de objetos”. Gómez Dávila, N., Escolios
a un texto implícito, I.
I
IDEA: “(…) una idea es tanto
peor cuanto más pura y vacía es la abstracción que esa idea tiene por la
esencia”. Hegel, PhG, V. c., La razón observadora, Fisiognómica y
frenología.
“Sólo
las ideas salvan de los adjetivos”. Gómez Dávila, N., Escolios, I.
“Sólo
lo que es objeto de la libertad se llama idea”. Hegel, Hölderlin, Schelling, El más antiguo
programa del idealismo alemán.
La historia, en la que pugnan las fuerzas, en la que los individuos
se deshacen en busca de sus fines particulares, no integra la inmediatez de un
sentido; para encontrarlo, es preciso extraerse de su seno, contemplarla desde un ámbito ajeno al solo efectuarse de los acontecimientos: “El espacio de las ideas se convierte al final
en la fuente de realidad a la que es preciso acudir para hacer posible la
existencia humana (que anhela sentido y reclama esperanza)”. Cuartango, R., El
poder del espíritu.
J
JAULA: El pensamiento, a través de los barrotes, a veces alcanza a atrapar algún alimento cercano.
L
LENGUAJE: “Habéis de ahondar en las frases hechas antes de pretender hacer otras mejores”. Machado, A., Juan de Mairena, XLII.
J
JAULA: El pensamiento, a través de los barrotes, a veces alcanza a atrapar algún alimento cercano.
L
LENGUAJE: “Habéis de ahondar en las frases hechas antes de pretender hacer otras mejores”. Machado, A., Juan de Mairena, XLII.
M
MAL: La desaparición del demonio del horizonte de la vida moderna
no significa la erradicación del mal, sino, más bien, su multiplicación en
puntos dispersos e infinitos: “(Los hombres) están libres del Malo, pero los
malos han quedado”. Goethe, Fausto, I.
N
NARRACIÓN: “La narración alivia la
pesadilla de la Historia”. Piglia, R., Diarios de Emilio Renzi, III.
O
ORGANISMO: Hegel
presta una atención especial al acercamiento de la razón a la vida, que señala,
precisamente, el fracaso de la razón observadora. “Lo
orgánico es -a decir del filósofo- ese fluido absoluto en el que queda disuelta
toda determinidad”. Esto representa el carácter sintético de la realidad en su
movimiento propio, y alude a la imposibilidad de dar cuenta del mundo por la
vía del análisis de sus elementos sueltos. El organismo supone la presencia del
concepto en su existencia, es “concepto existente” que no se reduce a sus
elementos, sino que, a través de la puesta en movimiento de éstos,
establece una nueva realidad ontológicamente perteneciente a un plano distinto:
“escindiéndose y separándose de la continuidad con ellas, esa naturaleza se
vuelve para sí [se vuelve orgánica]”. Lo orgánico sintetiza la
naturaleza inorgánica sin reducirse a modos mecánicos o lineales, sino
mostrando una libertad que pone en entredicho la formulación de leyes que
establezcan continuidades entre un lado y otro. El ser orgánico “representa o
expone ese ser elemental (inorgánico) en su reflexión orgánica”.
De
ese modo, procurar explicar lo orgánico a partir de sus elementos inorgánicos
constituye una empresa condenada al fracaso: las leyes de determinación de lo
orgánico por lo inorgánico “ofrecen una determinación tan superficial, que la
expresión de la necesidad de esa determinación tampoco puede llegar a más (…) y
se queda en la aseveración del gran influjo que lo elemental tiene sobre
lo orgánico”. La denuncia de Hegel no deja, a pesar de los años transcurridos,
de ser precisa y adecuada para esta época en la que todos creen entender cómo
son las cosas al reducirlas al juego de sus elementos: la vida psíquica a estos
o aquellos neurotransmisores, la felicidad a las vitaminas, la vida individual
y sus impulsos al solo concurso de los genes, etc. Nada puede entenderse de los
organismos mismos al plantear su conocimiento en este modelo mecánico, ya que
su esencia no refiere a elementos, sino a fines. Por eso, “esa esencia de lo
orgánico sí que está contenida en el
concepto de fin, en el concepto de telos”. Hegel, PhG, “V. A. La
razón observadora”, “Observación de lo orgánico” y “b. Teleología”.
Lo
orgánico, como en Aristóteles, consiste en poseer en sí mismo el principio del
movimiento, pero para Hegel esto se traduce, más precisamente, en la
realización de un movimiento dialéctico, consistente en la constante negación
de todo lo que se configura momentáneamente: “lo inorgánico no tiene en sí
mismo el principio del movimiento, o lo que es lo mismo: su ser no es la
absoluta negatividad y su concepto”. El ser inorgánico tiene una esencia fija e
invariable, como puede ser el peso específico; el ser orgánico, al contrario,
consiste en escapar a toda determinidad fija, consiste en que su ser-para-sí
estriba en el continuo cambio y alteración: “ese ser para sí [Fürsichsein]
tiene en él mismo el principio del ser otro [Andersseins]”. “Lo orgánico
es una individualidad [Einzelnheit] que es ella misma pura negatividad y que,
por tanto, elimina en sí la fija determinidad del número que conviene al ser (inorgánico) en
la indiferencia de éste”. Hegel, PhG, “V. A. La razón observadora”,
“Observación de lo orgánico”, c.3.2.a.
P
PALABRA: “A
toda merma en las funciones de la palabra corresponde un igual empobrecimiento
de la acción”. Machado, A., Juan de Mairena, XXI.
“A las significaciones
les brotan palabras, en vez de ser las palabras las que, entendidas como cosas,
se ven provistas de significaciones”.
Heidegger, SZ, § 34.
“La palabra es para él (Platón) la forma política de nuestro desensimismamiento”. Luri, G., ¿Matar a Sócrates?, 47.
“La palabra es para él (Platón) la forma política de nuestro desensimismamiento”. Luri, G., ¿Matar a Sócrates?, 47.
Q
QUÉ: ¿Qué?
R
REPRESENTACIÓN: En
Hegel, el pensar mediante representaciones consiste en la cosificación de lo
real, frente al pensar del concepto que alcanza la verdad en su condición
móvil, generadora e inquieta. La representación repite, en el medio del pensar,
la desorientada complexión de la naturaleza: “Se trata de la misma conjunción
de lo elevado y lo abyecto que la naturaleza expresa ingenuamente en lo
viviente al juntar en uno solo el órgano de su consumación suprema, el órgano
de la procreación, y el órgano para orinar. (…) la conciencia de la vida que se
queda en la representación se comporta como el orinar”. Hegel, G.W.F., PhG,
V. A. Conclusión a la razón observadora.
S
SIGLO XVIII: Según E. D’Ors, “empezó por
ofrecerles a los hombres la razón y acabó regalándoles la música”. Luri, G., ¿Matar
a Sócrates?, 24.
T
TÉCNICA: “El
impacto de la ciencia sobre la religión tuvo lugar durante el siglo pasado. Lo
que acontece en este siglo es el impacto de la técnica sobre la imaginación de
los imbéciles”. Gómez Dávila, N., Escolios a un texto implícito, I.
U
ÚTIL:
“Un
útil sólo es desde su pertenencia a otros útiles (…) Estas ‘cosas’ no se
muestran jamás sólo por separado, para llenar luego un cuarto como suma de cosas reales”. Heidegger, M., SZ,
§15.
V
VIRTUD: “Añade
muy poco a la virtud la carencia de vicios”. Machado, A., Juan de Mairena,
XXVIII.
Y
YO: “Yo es las infinita
relación del espíritu consigo mismo, pero como subjetiva, como certeza de sí
mismo”. “Es la luz que se manifiesta [a sí misma] y [manifiesta] además
[lo] otro”. Hegel, G.W.F., Enciclopedia
de las ciencias filosóficas, §413.
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