9/4/2024, Benidorm, segunda sesión de las Jornadas "Un mar de Filosofía ".
El recorrido propuesto de la charla tiene que ver con la exploración de alguna de las formas de constituirse en sujetos los seres humanos, así como con la problemática relación entre estas formas y la posibilidad de existencia de una comunidad política. El núcleo de lo que está por tratar, por tanto, tiene que ver con la tensión existente entre, por un lado, hacerse más y cada vez más uno mismo y, por otro, encontrar lugar en el tejido de una existencia compartida. Un pasaje de la Fenomenología del espíritu, de G.W.F. Hegel, será el hilo que guíe estas reflexiones. Este texto sigue siendo una de las propuestas más potentes de problematización del sujeto moderno, de sus virtualidades y callejones ciegos. Hegel no sólo problematiza esta existencia, sino que llega a plantear que la tarea de hacerse sujeto es, por sí misma, el problema decisivo. Tanto es así que lo único que nos llega a ofrecer en su obra, al describir la articulación de todo sujeto, es la narración de un fracaso inevitable.
Enhorabuena por tu conferencia, Borja. Me ha parecido muy original y atinada la analogía entre las teorías de De Broglie y Hegel, es una manera clara y certera de abordar el problema que planteas. Poco tengo que añadir a lo que dices; solo dos preguntas:
ResponderEliminarPrimera. ¿Hay alguna diferencia esencial entre la concepción de la política de Hegel y la de Burke? Supongo que Hegel ha leído las Reflexiones sobre la revolución francesa de Burke -no lo sé- y la crítica al sujeto de la certeza moral, que comentas en tu conferencia, podría firmarla el británico sin cambiar una coma.
Segunda. Presentas a Fichte como la referencia filosófica más clara del sujeto de la modernidad, ese sujeto autónomo, corpuscular, que solo necesita la conformidad consigo mismo para actuar moralmente, etc. Pero resulta que Fichte es también el autor de los Discursos a la nación alemana y con ello el padre del nacionalismo moderno. Entonces el asunto es más complejo: no es incompatible la defensa del individuo y la de la comunidad…siempre que la comunidad se piense como un individuo en pugna con otras comunidades porque Fichte no defiende la comunidad (en general), sino la nación alemana, en oposición, fundamentalmente a la nación francesa. ¿Cómo ves esto? Fichte no parece detectar ninguna tensión ni contradicción entre su defensa del sujeto autónomo y la nación; una nación además que no es una nación política en manos de las decisiones libres de sus ciudadanos, sino que es antetodo Volksgeist: un lenguaje, una religión y ciertas tradiciones que nos preceden y nos constituyen como lo que somos: alemanes, franceses, españoles, etc.
Pues estoy de acuerdo con lo que dices, sin haber leído en profundidad a Burke. Sólo podría señalar una distancia crucial en lo que respecta a la revolución. Para Hegel, la revolución no es el hecho execrable que es para Burke, sino, al contrario , el hecho decisivoa partir del cual el sujeto moderno ha de conformarse. Esto, creo, no es sólo anecdótico, sino que me parece que marca una disonancia insalvable en el seno de sus acuerdos.
ResponderEliminarBorja
En cuanto a Fichte, no puedo decidir acerca de qué cambia detalladamente entre el revolucionario de los 90 y el posterior defensor de un nacionalismo Prusiano reaccionario. Quizás la clave está en que el sujeto aisladovy atomizado, a la hora de unirse a otros, tiene que buscar la sobrecarga simbólica de de una nación orgánica, dado que sigue teniendo las vías políticas de acción canceladas por su propio aislamiento. La nación, en este sentido, sería un sustitutivo simbólico de la política. Pero hablo un poco a la ligera, Óscar.
ResponderEliminarBorja
No está nada mal pensado eso que apuntas Borja... "sobrecarga simbólica"... Mmm... se te está pegando la jerigonza de nuestro amigo lacaniano ;)
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