14/4/2024. En esta conferencia el profesor y doctor en Filosofía Eduardo Abril partiendo de la de la la interpretación de lacaniana de la teoría de la sexualidad de Freud y de la noción de sujeto de Hegel (según la cual el sujeto moderno, que nace con Descartes, es un sujeto fracasado, desencajado, que no se reconoce como tal porque no llega jamás a ser el sujeto soberano y autónomo cree ser) aborda la tesis central del materialismo de Žižek que pretende ser la respuesta a la que, según el filósofo esloveno, es la pregunta ontológica fundamental: ¿cómo ha de ser el mundo para que este sujeto fallido pueda darse?
Enhorabuena por la conferencia Eduardo. Como en tu intervención te refieres a mí en alguna ocasión casi me veo obligado a hacer un comentario, además es algo que hace tiempo quería hacer así que lo hago con gusto. Por cierto, me veo más retratado en la expresión “lector de Bueno” que en la de “buenista”. Cuando habló de Filosofía contigo parece que no hago más que defender a Bueno y cuando lo hago con mis compañeros asturianos me confunden con un lacaniano; en relación a Bueno ya no sé ni yo mismo donde me ubico. En cualquier caso, si tuviera que elegir una tradición filosófica en la que me encuentro más cómodo sería, a día de hoy, y ni siquiera de esto estoy seguro, el pragmatismo americano.
ResponderEliminarEn esta conferencia dices tantas cosas y tan interesantes que no sé por dónde empezar. Por centrarme un poco voy a comentar solo cuatro puntos.
A. Sobre las etiquetas.
Me gustaría comentar algo sobre el término “materialismo” que utilizas en la segunda parte de tu conferencia. Mi pregunta es, aparentemente, contestada en la conferencia pero me gustaría darle alguna vuelta más: ¿Por qué Zizek se dice materialista? No pretendo entrar en el fondo de la argumentación que has expuesto muy elocuentemente en tu intervención, aunque debo confesar que no me convence. Rectifico: el argumento me parece muy coherente y me ha hecho pensar. Lo que no me convence (un poco como le pasa a Borja con la noción de comunismo) es la obcecación de Zizek en llamar “materialismo” a su propuesta ontológica. Lo que me pregunto es la necesidad de denominar “materialismo” a una teoría que en el fondo, como él mismo reconoce, es puro hegelianismo, es decir, puro idealismo. La respuesta de Zizek es, naturalmente, que Hegel era un verdadero materialista. Zizek sabe mejor que Hegel lo que Hegel es, puesto que ni siquiera él mismo era consciente de ser materialista. Me pregunto qué necesidad hay de distorsionar de ese modo el uso habitual de un concepto. Lo que quiero plantear es una sospecha, una pregunta: ¿Acaso no funciona el término “materialismo” como un fetiche? Por otra parte, lo mismo cabe decir de Bueno: su propuesta ontológica se aleja mucho de lo que habitualmente se entiende por materialismo. Otro punto en común entre Bueno y Zizek que invita a la reflexión: ambos elaboran teorías ontológicas muy diferentes entre sí, pero también muy diferentes a lo que tradicionalmente se ha considerado materialismo, pero insisten en denominarse materialistas; es más: ellos, y no los otros, son los auténticos materialistas. ¿No te da que pensar? ¿no funcionan así, según dices, las fantasías fetichistas? A mi modo de ver, los términos que mejor encajan con la propuesta de Zizek son los de “metafísica nihilista”, pero parece que esos términos no molan, no son una fantasía edificante. Y con esto paso al segundo punto.
(Sigue)
B. El nihilismo.
ResponderEliminarMe llama la atención esta ausencia, no solo en la conferencia sino también en tu tesis. Los psicoanalistas insisten en que nos fijemos en lo que no aparece, en lo que se evita. Sospecho que muchos oyentes de tu conferencia llegaron a la conclusión que lo que plantea Zizek es una ontología nihilista, es decir, una no-ontología. Por otra parte, por enlazarlo con un tema que te interesa mucho, el nihilismo es la posición teórica más coherente con la denuncia del fetichismo. Lo que me pregunto es: ¿por qué evita Zizek esta etiqueta en favor del materialismo? Permíteme una conjetura. Quizá sea porque el pensamiento de Zizek aspira a desplegarse también como una filosofía política y el nihilismo es incompatible con esa pretensión. Algo de esta tensión se percibe, creo yo, en tu tesis. Una ontología nihilista no puede ser el soporte de una actividad política que tienda a instaurar un vínculo social. Una comunidad de nihilistas que como superhombres puedan soportar sobre sus hombros lo absurdo de la existencia es un oxímoron. Una comunidad es siempre una comunidad de sentido. Zizek, a mi modo de ver, se topa con una paradoja (lo que dado su manera de filosofar no es ningún problema sino más bien un síntoma de que va por buen camino): necesitamos el comunismo para cambiarlo todo, pero nada puede cambiar de manera sustancial porque la herida sigue y estará siempre presente. Pero claro, más allá de la estética del perdedor, que Zizek asume reivindicando el lema de Beckett,…¿cómo va a tener éxito una llamada a fracasar? ¿Por qué intentar lo que se marca como imposible? En tu tesis señalas un camino -el mismo que Ariane, por cierto- una llamada a la imaginación política; pero ¿cómo es posible la imaginación política sin fetiches? Sin fetiches solo hay resignación… o la negación, la respuesta de los frankfurtianos que Zizek desprecia.
Este punto se me ha ido de las manos, lo siento. Menciono demasiadas cosas que no argumento del todo bien. En resumen, me quedo simplemente con que, por decirlo en términos kantianos, la razón teórica (el nihilismo) y práctica (el comunismo) en Zizek no encajan bien.
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C. Sobre la ciencia.
ResponderEliminarZizek denuncia algo que comparto: lo improcedente de apelar a la mecánica cuántica para justificar las filosofías espiritualistas de tipo New Age. Pero él parece caer en la tentación que denuncia en otros.
Un antiguo heideggeriano como tú debería estar de acuerdo conmigo en sostener que la ciencia es un estudio sobre el ente, pero el pensamiento es otra cosa: se trata de abordar el problema del Ser y cuando se reduce este problema a una cuestión óntica nos estamos equivocando de planteamiento. Por este camino se reduce la filosofía a ideología cientificista. Creo que no es esto lo que pretende Zizek aunque a veces lo parece. En ocasiones, como dices, critica la concepción que algunos tienen de los científicos como si fueran los sacerdotes del Gran Otro, las pitonisas que nos revelan los oráculos de los dioses; pero otras veces se apoya en la mecánica cuántica para justificar sus extrañas tesis ontológicas. Es verdad que, me parece a mí, suele hablar de la mecánica cuántica como un mero ejemplo; como otras veces hace con películas, chistes o anécdotas para ilustrar una idea. Si es así no tengo nada en contra. Pero esta es una estrategia peligrosa. No me extrañaría que algunos oyentes de tu conferencia piensen que Zizek dice que la ciencia, la mecánica cuántica, avala la pretensión de verdad de su propuesta ontológica. Si es así no estoy de acuerdo.
En el seno del materialismo filosófico hay ahora una controversia y el hereje, un antiguo profesor mío, David Alvargonzález, sostiene algo que comparto: las ciencias marcan el límite de lo que el filósofo puede decir, o mejor dicho: las afirmaciones ónticas de un filósofo, si quiere ser tomado en serio, no deben contradecir los teoremas firmemente asentados de las ciencias. Nada más. Un filósofo que niegue la teoría de la evolución hace el ridículo, pero las controversias entre materialismo e idealismo, determinismo o libertad, etc son de otra índole. Es una impostura, creo yo, apelar a la ciencia para zanjar las disputas filosóficas.
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D. Sobre las categorías.
ResponderEliminarEstoy muy de acuerdo con tu crítica a los buenistas: el afán clasificatorio de algunos parece querer ocultar que detrás de cada categoría se encuentra un problema. Muy bien expresado, no puedo estar más de acuerdo. Pero cuando nos dedicamos a filosofar aspiramos a abordar -no a resolver- problemas y lo hacemos mediante categorías. Pensar es utilizar categorías, categorizar. Zizek piensa que las categorías más adecuadas para abordar los problemas que él plantea son algunas como: deseo, pulsión, Gran Otro, fantasía, paralaje, etc. A otros nos puede parecer que algunas de esas categorías son extremadamente ambiguas y confusas y preferimos utilizar otras… ¿dónde está el problema? ¿por qué lo que hace Zizek es “pensar” y lo que hacen otros es “categorizar”? Pareciera que los rivales de Zizek se esconden detrás de fetiches y fantasías -como libertad o democracia- y en cambio él mismo, al modo heideggeriano, utiliza las únicas “llaves” apropiadas para abrir la “cerradura” del Ser. Todo esto me parece una petición de principio. Los buenistas dicen, y creo que es una buena imagen, que las filosofías son como mapas que describen la realidad; pero los mapas no se comparan -es imposible- con la realidad sino con otros mapas y si nuestro mapa de partida orienta mejor, entonces es más verdadero. En otras palabras, no hay sistemas categoriales verdaderos en sí mismos, lo cual no significa que todos sean iguales; es necesario y muy saludable desde todos los puntos de vista, comparar unos mapas con otros. Los buenistas presumen de esto pero lo practican poco: lo que ellos llaman “comparar” es “forzar” y “obligar” a decir con las categorías propias del materialismo filosófico lo que sea. En su práctica filosófica solo puede ser dicho con propiedad aquello que puede ser expresado en las categorías del materialismo filosófico (por eso resulta tan patética la interpretación de Zizek de aquel buenista cuyo nombre no recuerdo). No hay en ellos el más mínimo intento sincero de pensar a través de otras categorías. Yo, como sabes, no soy así; cuando te leo a ti o a Zizek me esfuerzo en pensar con vuestras categorías y me parece este un ejercicio muy provechoso para mí.
Lo que me desconcierta es el uso despectivo que haces en esta conferencia del término “categorizar” ¿Acaso no es lo que todos, absolutamente todos, los filósofos hacen? Filosofar, decía Deleuze, es construir conceptos, no es otra cosa. Decía Horkheimer -y este es un aforismo que en su momento me pasó desapercibido y ahora, sin embargo, vuelvo a él a menudo- que la filosofía consiste en encontrar el lenguaje de Dios, el nombre correcto de las cosas. Naturalmente esto es una fantasía pero… ¿no es este el impulso que mueve el pensamiento? ¿Por qué utilizar conceptos como “pulsión de muerte”, “nombre del padre”, “object -a” y similares si no es por este anhelo?
Ojalá en breve podamos seguir hablando de estas cosas en persona. Un abrazo Edu!